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Cyrille Vecchi, Manager de sostenibilidad y asuntos públicos de Ball para el Sur de Europa

  • Publicado el 02 de Marzo de 2020
“Desafiamos los límites de los envases, pero siempre sin comprometer la reciclabilidad”

España es el segundo mercado de bebidas en Europa con una producción anual de 7.500 millones de latas. Debido a esta demanda, Ball ha apostado por abrir dos plantas de producción, una en La Selva del Camp, en Tarragona, y la más reciente, en Cabanillas del Campo, Guadalajara. Cyrille Vecchi, Manager de sostenibilidad y asuntos públicos de Ball para el Sur de Europa explica en esta entrevista los planes de la empresa en España.

¿Cuáles son los planes de Ball en España?

España es un mercado muy importante a nivel europeo para Ball y lleno de oportunidades para seguir creciendo económicamente. También, como parte de nuestro compromiso con la sostenibilidad, estamos trabajando para mejorar la eficiencia y el rendimiento de nuestras operaciones y productos.

Cyrille Vecchi, Manager de sostenibilidad y asuntos públicos de Ball para el Sur de Europa

¿A qué mercados van dirigidos sus productos?

Ball produce latas de aluminio para una amplia variedad de bebidas, donde se incluyen cervezas, vinos, cócteles, agua mineral natural y con gas, cafés y tés, zumos, refrescos y bebidas energizantes.

¿Qué les diferencia de otros productores de aluminio del mercado?

Ball es el mayor productor mundial de latas de bebida recicladas. Está presente en más de 100 lugares, con cerca de 17.500 empleados en todo el mundo, además de reportar 11.600 millones de dólares en ventas netas en 2018. Ball siempre ha sido pionera en envases de bebidas, desde que nació la compañía hace 140 años (en 1880) y, a día de hoy, trabaja con la industria para hacer la lata de aluminio el envase más sostenible del mundo.

Además, Ball trabaja sin descanso para seguir innovando: desde lanzar latas mucho más ligeras hasta nuevos formatos de envase de aluminio nunca vistos antes y con un acabado único. Desafiamos los límites de los envases, pero siempre sin comprometer la reciclabilidad.

Cyrille Vecchi, Manager de sostenibilidad y asuntos públicos de Ball para el Sur de Europa

¿Cuáles han sido las últimas novedades presentadas por Ball en Brau Beviale?

Este año hemos presentado en Brau Beviale toda nuestra increíble gama de efectos especiales aplicados a las latas que ha sido completamente rediseñada. Estos nuevos efectos, que han sido premiados, ayudan a nuestros clientes a captar la atención de los consumidores en un mercado cada vez más competitivo. Una de estas novedades, aunque aún estamos en fase de pruebas, es una nueva tecnología incorporada a la lata que hace que esta reaccione a la temperatura ambiente y cambie de color según lo fría que esté.

Otra innovación importante son las tecnologías que permiten la interactividad con los consumidores y que están permitiendo a las marcas de bebidas ser más visibles y aumentar su cuota de mercado. Especialmente, en un contexto en el que se estima que los envases inteligentes crecerán hasta alcanzar un valor de 7.800 millones de dólares en 2021.

En esta línea, en Ball hemos desarrollado una lata interactiva que usa tecnología Digimarc. Consiste en incluir en la lata un código diferenciado que los consumidores pueden escanear a través del móvil y acceder así a contenido online adicional como por ejemplo la narrativa de marketing de la marca, información del producto, opiniones y recomendaciones e incluso ofertas especiales.

Otro tipo de efecto especial es el acabado Day Glo, que utiliza un tipo de tintas especiales que brillan en la oscuridad y tienen efecto neón. Esto abre a las marcas más innovadoras un abanico muy amplio de posibilidades para esconder mensajes en las latas y que solo sean vistos cuando se consumen en lugares con poca luz como los cines o discotecas.

En total, presentamos hasta 10 efectos especiales y técnicas de impresión únicas en Bray Beviale y todas ellas permitirán a las latas sobresalir. Estas propuestas de diseño renovadas demuestran que las posibilidades son infinitas para atraer visualmente la atención de los consumidores más sofisticados. Además, sin que estos diseños afecten a las buenas credenciales de reciclabilidad y sostenibilidad de la lata.

¿Cree que las latas de aluminio son un buen sustituto para las botellas de plástico en el envasado de agua?

La lata de aluminio es un excelente sustituto de la botella de plástico para en el envasado de agua. Es un producto eco-diseñado que mantiene el valor al final de su vida útil al ser eternamente reciclable y, al contrario que otros materiales, la lata no pierde calidad ni se degrada durante el proceso de reciclaje, sin importar su color, diseño o acabado. De hecho, el 75% de todo el aluminio que se ha producido en la historia todavía sigue en uso hoy en día, por lo que las latas son un verdadero ejemplo de la economía circular.

Además, el reciclaje de latas es muy viable económica y energéticamente. Se pueden separar de forma sencilla del resto de envases del contenedor amarillo con la infraestructura ya existente y tienen el menor coste de reciclaje de todos los materiales. El aluminio, al ser un metal, es valioso por sí mismo, con un valor intrínseco de 1.000 euros por tonelada, lo que lo convierte en muy atractivo para su recolección.

Por otro lado, para el consumidor, la lata no solo es un envase ligero y resistente, si no que las cualidades del metal hacen que se proteja el agua de la luz y se mantenga la temperatura fría durante más tiempo que otros envases. Asimismo, al ser un lienzo de 360º, tiene infinitas posibilidades de diseño, lo que la convierte en una opción mucho más llamativa para los consumidores.

Aunque el aluminio sea un material mejor para el reciclado ¿qué hay de la huella de dióxido de carbono?

Al hablar de sostenibilidad, resulta fundamental valorar de forma global todo el ciclo de vida de un envase. Es más importante la verdadera reciclabilidad del material que producir un envase barato que se degrada en cada proceso de reciclaje y que acaba finalmente en un vertedero. Aunque producir aluminio virgen requiere de grandes cantidades de energía, para refundirlo solo se invierte una fracción de esa energía. Es decir, que el proceso de reciclaje es altamente eficiente ya que ahorra un 95% de energía y emisión, en comparación con el proceso de obtener aluminio virgen.

Si hablamos de transporte, la lata es resistente, ligera y muy fácil de apilar, lo que la hace más conveniente para el transporte y produce menor huella de carbono. Además, gracias a la constante innovación, el peso de una lata estándar se ha reducido en un 35% en las últimas décadas. Lo que se traduce a su vez en una reducción de los costes de fabricación, transporte, almacenaje y, por supuesto, reciclaje.

¿Cómo se solventaría la cuestión de volver a cerrar una lata ya que con las botellas de plástico es lo habitual? Abrir y cerrar la botella

Ball es el único fabricante de latas en Europa que tiene en su portfolio de productos latas que se abren y se pueden volver a cerrar. Estas latas, que han ganado varios premios, son exactamente como las latas normales, pero con un discreto mecanismo, en lugar de la anilla, que se gira y permite abrirla y cerrarla con un movimiento rotatorio. Este mecanismo se integra en el proceso de reciclaje, como combustible.

Por otro lado, también estamos empezando a comercializar en Estados Unidos botellas de aluminio que se abren y cierran. Es un tipo de envase más sofisticado para bebidas premium que combina las excelentes cualidades del metal y la comodidad del formato botella.

¿Cuáles van a ser los próximos desafíos a los que van a tener que enfrentarse los productores de latas?

La industria está completamente comprometida con incrementar la tasa de reciclaje de latas en los próximos años. Aunque la lata es el envase más reciclado del mundo con una tasa del 69%, es vital seguir trabajando para mejorar las cifras con el objetivo de recuperar el 100% de las latas que se fabrican y reintroducirlas de nuevo en la economía.

Para ello, en Ball trabajamos estrechamente con nuestra cadena de suministro e impulsamos campañas dirigidas a consumidores para concienciar sobre la importancia de reciclar y poner en el contenedor amarillo. Es el caso del programa europeo Cada Lata Cuenta en Europa, presente en 15 países y que está centrando sus esfuerzos en llegar a todos esos lugares donde se consumen muchas latas de bebidas, como oficinas, festivales de música, playas, eventos deportivos, etc.

En esta línea, y porque los mensajes sobre la lata son muy importantes para incrementar la sensibilización de los consumidores, estamos promoviendo activamente que el logo ‘El Metal Se Recicla Para Siempre’ se utilice siempre que sea posible. Por último, otro de los focos de actuación para lograr esa tasa de reciclaje del 100% es sin duda mejorar la infraestructura de reciclaje fuera de casa, con más papeleras selectivas en los espacios públicos.

¿Cree que la concienciación ecológica contra el plástico les va a beneficiar en un futuro?

El mensaje de reducir la gran cantidad de plásticos de un solo uso que se producen y consumen está calando cada vez más en la conciencia colectiva, desde instituciones, empresas, marcas y consumidores. La lata de aluminio siempre ha sido una alternativa sostenible a la botella de plástico y en los últimos años hemos empezado a crecer en segmentos de bebidas no tradicionales, más allá de los refrescos y la cerveza.

La creciente concienciación ecológica y las normativas a nivel europeo que van a entrar en vigor en materia de envases y reducción de residuos van a beneficiar en definitiva a cualquier envase que esté fabricado bajo criterios de ecodiseño, de forma que se tenga en cuenta sus posibilidades reales de reciclaje o reutilización. La lata es precisamente un excelente ejemplo de esa economía circular.

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