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Mitchel-Lincoln Packaging: Predicar con el ejemplo

  • Publicado el 08 de Febrero de 2017

El fabricante de cajas de Quebec se mantiene en la vanguardia del sector gracias a la constante mejora de procesos y la inversión proactiva de capital en tecnologías productivas. No hay nada como el negocio familiar para aprender en la práctica cómo es el sector con el que te ganas la vida. Para el presidente de Mitchel-Lincoln Packaging Ltd., Jimmy Garfinkle, cuya familia posee y dirige la empresa con sede en Saint-Laurent (Quebec) desde hace más de cinco décadas, ese proceso de aprendizaje nunca se vuelve aburrido ni obsoleto.


«Mi padre, Mitch Garfinkle, que fundó Mitchel-Lincoln en 1965, ha priorizado siempre un enfoque práctico y abierto», afirma Garfinkle. «Todo el mundo, desde los clientes hasta los empleados o miembros de la comunidad local, nunca dudaban en dirigirse a él y plantearle preguntas o ideas». «Era más probable encontrarle en la planta de producción –hablando con clientes, operarios o conductores de camión– que en su oficina», declara Garfinkle, describiendo un sector canadiense del embalaje de cartón ondulado donde existe un entorno de cercanía en el que todo el mundo se conoce bien.


«Mi hijo, Alex Garfinkle, la tercera generación de nuestra familia, se ocupa del desarrollo del negocio para preparar el futuro; el suyo y el de la empresa». Tal y como explica Jimmy Garfinkle, la filosofía de su padre de expandir y sustentar un negocio exitoso centrándose en la importancia de la mejora continua, a la vez que optimizaba la eficiencia de los procesos y la productividad, ha creado las condiciones que han permitido a Mitchel-Lincoln, a sus mercados y a sus clientes continuar creciendo hasta hoy.


«Seguimos manteniendo las tradiciones y los valores de mi padre», explica, «estando siempre dispuestos a escuchar a nuestros clientes, a nuestros empleados y a nuestros mercados para tomar nuestras decisiones». Esta mentalidad ha permitido a Mitchel-Lincoln recorrer un largo camino desde sus humildes inicios en 1965 mediante una combinación juiciosa de partenariados, asociaciones empresariales, adquisiciones y una expansión basada en el volumen. Hoy en día, Mitchel-Lincoln tiene más de 800 empleados en cinco centros, entre los que se incluyen: Una planta de 26'000 metros cuadrados con la última tecnología en Drummondville (Quebec), equipada con una onduladora BHS de 2,5 metros y varias máquinas de conversión de alta velocidad.



Una papelera para papel reciclado en Toronto en partenariado con Atlantic Packaging de Toronto, New Forest Paper Mill, que fabrica cartón para caras y materiales utilizados en la fabricación de cajas de cartón ondulado. Una fábrica de embalaje y de productos de cartón ondulado en Vaudreuil (Quebec) que la empresa ha integrado desde que la adquirió en 2014, Induscorr, fabricante de cartón para embalaje de triple pared y de una amplia gama de grados de ondulado para productos de embalaje de cartón ondulado especializado.


Con una base de clientes muy diversa de mercados y productos –desde alimentación y bebidas en general hasta productos de cosmética de alta gama pasando por productos de gran consumo– Mitchel-Lincoln ha trabajado duro para establecerse como uno de los líderes del mercado del ondulado del este de Canadá. «Nuestro alcance comercial es más extenso que el de la mayoría de nuestros competidores», afirma Garfinkle. «Tenemos un radio de acción de mercado de unos 800 kilómetros». «Para continuar siendo competitivos sobre nuestra zona, evaluamos de forma continua nuestros equipos y procesos», indica.


«Siempre estamos buscando maneras de mejorar nuestra eficiencia y maximizar nuestra productividad», explica el presidente de la empresa, tomando como ejemplo la reciente instalación de una plegadora-encoladora flexográfica FFG de última generación en la planta de la empresa en Saint-Laurent.


Se compró a finales de 2015 para substituir a la plegadora MARTIN 924 de la compañía, instalada 30 años antes y que todavía era capaz de garantizar una producción de gran calidad pero que carecía de la cantidad de tecnología actual que permite mejorar la eficacia. La nueva plegadora-encoladora flexográfica FFG 8.20 EXPERTLINE tuvo un impacto inmediato en la planta de fabricación de cajas de cartón de 20'000 metros cuadrados al establecer un récord en los niveles de producción.


¡En marzo de este año 2016, el equipo 8.20 de la planta ha establecido un nuevo récord de producción mundial BOBST con un total de 162'136 cajas en un turno de ocho horas! Como explica Garfinkle, Mitchel- Lincoln no está encadenada a un fabricante de máquinas específico. Si la empresa considera que es necesario añadir o substituir equipos, investiga a fondo el mercado para encontrar una solución que cumpla sus requisitos y ofrezca la mejor relación calidad precio para la planta y sus clientes. Así, el proceso de evaluación de proveedores en Mitchel-Lincoln va más allá de simplemente comparar las capacidades y características del equipo.


«La asistencia es muy importante para nosotros, como también lo es saber que el fabricante que seleccionamos posee la infraestructura para formar a nuestros empleados y resolver rápidamente cualquier problema técnico o mecánico que pueda surgir», declara Garfinkle. «Siempre hemos tenido una buena relación con BOBST, y la 8.20 EXPERTLINE nos proporcionó las capacidades que estábamos buscando, como poder realizar cambios rápidos y cambiar la configuración durante la ejecución.


De hecho, fuimos a Minnesota y Florida para ver un par de instalaciones de esta máquina sobre el terreno», recuerda, «y desde el primer momento nos dimos cuenta de que sin lugar a dudas la velocidad y eficiencia de la 8.20 satisfaría nuestras necesidades».Tras nueve meses de funcionamiento, Garfinkle afirma que la plegadora-encoladora flexográfica (FFG) 8.20 EXPERTLINE no solo ha satisfecho los requisitos de la planta, sino que ha sobrepasado notablemente las expectativas previas.


Tal como afirma Garfinkle, «Si tuviese que elegir una frase para describir esta máquina, sería productividad total. No solo substituimos una máquina antigua por otra con nuevas capacidades, sino que hemos aumentado en más del doble la productividad en esa línea. Y la eficiencia también ha mejorado bastante. Normalmente, podemos ejecutar los trabajos voluminosos con solo dos operarios: uno en la alimentación y otro en la recogida». Para tiradas más cortas con cambios más frecuentes, Garfinkle afirma que la línea añade con frecuencia un tercer operario para beneficiarse de las capacidades de la configuración durante la ejecución y los cambios rápidos.


Como él mismo explica: «Para empezar, el tiempo de parada para los cambios en esta máquina es normalmente corto, pero al poner un tercer operario con la placa (lo hacemos normalmente cuando se está ejecutando el trabajo), se reduce aún más el tiempo de parada entre pedidos y aumenta la eficiencia operativa. Esto nos ayuda a controlar no solo nuestro coste operativo, sino también el de nuestros clientes. Como dije antes, para poder dar servicio de forma competitiva a un radio de acción de mercado de 800 kilómetros, la eficiencia es muy importante». Según Garfinkle, la línea actualizada ha funcionado de forma constante con poco mantenimiento desde la instalación de la plegadora-encoladora flexográfica 8.20 EXPERTLINE.


«Nuestros clientes confían en que respetemos los plazos establecidos y que la calidad ofrecida cumpla o incluso supere las especificaciones», señala, «por eso, es muy importante para nosotros poder estar seguros de que la máquina cumplirá con los requisitos y la planificación. Como nos encontramos en Quebec, y la lengua materna del equipo BOBST en particular que está trabajando con nosotros es el francés, la comunicación ha sido sencilla y directa, tanto para la formación como para la asistencia técnica».


Según Garfinkle, el éxito de una instalación depende en última instancia de la confianza de la gente que la maneja, por eso Mitchel-Lincoln considera importante obtener el visto bueno del personal actual o futuro desde un primer momento. «Estábamos en contacto con nuestros empleados desde el principio del proceso de evaluación», afirma Garfinkle. «Los miembros de nuestro equipo están muy centrados en los objetivos y la eficiencia», explica, «de modo que, desde el principio, nos aseguramos de que formaran parte del proceso y entendieran que esta nueva máquina no solo simplificaría las tareas, sino que además les permitiría lograr sus objetivos con más facilidad e, incluso, establecer nuevos objetivos de eficiencia y conseguir récords de producción».


Garfinkle afirma que poder trabajar con la 8.20 es algo muy codiciado en Mitchel-Lincoln: «Los operarios de esa máquina están muy orgulloso de su puesto. En la planta todos quieren formarse para poder operar con la plegadora-encoladora flexográfica 8.20, francamente, se considera algo muy especial». Respecto al rendimiento de la máquina hasta la fecha, Garfinkle no tiene más que elogios. «Hemos estado tan contentos con el éxito general de la FFG 8.20 que estamos buscando otras oportunidades en nuestra organización de fabricación que puedan beneficiarse de esta tecnología», declara.


«De hecho, en este momento estamos investigando la viabilidad de instalar otra BOBST 8.20 EXPERTLINE para substituir dos plegadoras-encoladoras antiguas de nuestra organización», afirma Garfinkle, destacando la importancia de estar a la vanguardia en un mercado altamente competitivo. «Siempre estamos observando, analizando y siguiendo las tendencias para determinar qué es lo siguiente que demandará el mercado, para así poder ir un paso por delante y estar preparados de antemano», concluye.

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