Liquidez para sobrevivir
- Publicado el 30 de Noviembre de 2020
Según el Barómetro de Prácticas de Pago difundido por Crédito y Caución el 52% de las facturas B2B en España se han visto afectadas por la morosidad durante la pandemia, frente al 30% de 2019. Esto ha provocado que mantener la liquidez sea la principal preocupación empresarial para 2021, seguida del cobro de facturas pendientes y la contención de costes.
En este barómetro también se especifica que el 58% de las empresas han ampliado los plazos de pago que conceden a sus clientes debido a las presiones económicas derivadas de la pandemia. También se pone de manifiesto que el 48% de las empresas españolas ha experimentado dificultades de liquidez tras la pandemia, diez puntos por encima del promedio regional, y un 33% ha retrasado el pago a sus proveedores para responder a esta situación.
De hecho, de acuerdo con las conclusiones del estudio, la morosidad afecta a más de la mitad de las facturas emitidas en España, que siguen sin pagarse en la fecha de vencimiento. Esto supone un incremento interanual del 73% frente a 2019, cuando solo un tercio de las facturas estaba afectado por la morosidad. En torno al 5% de las facturas resulta impagada en 2020, lo que más que duplica la tasa del 2,4% registrada el pasado ejercicio. No obstante, la tasa de impago en España en el crédito comercial B2B todavía está por debajo del 7% que se registra en Europa Occidental.
Siendo un país de pymes con casi 3 millones de pequeñas y medianas empresas la morosidad es un problema que, según Iberinform, genera pérdida de ingresos, costes financieros, limitación del crecimiento y de nuevas inversiones, así como pone en riesgo la continuidad de las empresas. Una legislación más punitiva quizá sería una opción para atajar que se dispare la morosidad.